jueves, 22 de octubre de 2015

La mejor de las partes





Eres suelo y pilar, paso firme y seguro.
Eres agua de río en un mar hecho sal.
Vivo gracias a ti. Sueño siempre contigo.
Eres tú el color de una buena noticia:
brillo y prismas de lluvia bajo un cálido rayo de sol.
No hay más dudas.
Eres monte de encuentro. Un motivo de gracia.
La sonrisa de Dios y la mano extendida
que me guía al encuentro
de un pedazo de pan remojado en vino.
Sé muy bien que eres medio,
y al ser medio, mi fin,
y al ser fin el principio que sigo,
la plegaria que emito y las gracias que doy.
Eres piel en dolor que acompaña
y lo hace posible.
Un dolor casi seco que quizá logres tú arrancar de raíz.
Y si no, si así tiene que ser, sólo pido
no me niegues la dicha de estar firme a tus pies,
que yo quiero también la mejor de las partes,
la que pocos, poquísimos, son capaces de ver. 

domingo, 2 de agosto de 2015

Enamórame



Enamórame, mi bien.
En amor despierta la vida dormida de tanto soñarte.
En amor susurra tu calma en mi oído
y sumérgete bajo el cansancio que tu ausencia lleva.
En amor levántame al vuelo de mis labios secos de tanto callar.
Enamórame con esa tu mirada clara con que ves el mundo.
Déjame mirarte mirarme en la luna azul de los tiempos que nunca vendrán
para que al mirarte vea yo el reflejo de lo que en ti vive y lo haga real.
Haz en mí el milagro de sentirte mío y déjame amarte como ya te amo:
a los cuatro vientos, con el alma entera y a la luz del sol de entenderte a ciegas.
Enamórame y vive dentro de este cuerpo.
Déjame sentirte no sólo cual dulce melodía ligera,
sino como espada en alas de fuego
cuyo filo agudo de temidos sueños me quiten la vida
sólo para darle más brillo a la calma con que me atormentas.
Déjame estar quieta en tus brazos fuertes y en tu vida eterna.
Sé tú el corcel indomable que me avive siempre.
Sé tú la confianza plena de que soy amada.
Sé tú la esperanza que creí perdida y que hoy encuentro
cada vez que tocas el arpa que mi mano esconde.
Enamórame, mi bien, y deja también que yo te enamore
sin resentimientos, rencores ni súplicas.
Guarda mis palabras en tu abrigo rojo donde son tesoro
donde se transforman en besos lanzados hacia el horizonte
–el rincón oculto de nuestros silencios,
El testigo fiel de sutil entrega,
La sonrisa diaria de nubes y estrellas con que me acompañas.
Enamórame amado, amante y amor.

martes, 14 de julio de 2015

A ratos eres imposible


A ratos eres imposible
más no por tu aparente ausencia
-siempre estás a mi lado-
ni por lo abstracto que me habla de ti. 
Imposible es hallarte en el tiempo que escapa,
y segundo a segundo me refugio en tú búsqueda
y minuto a minuto has quedado detrás, delante,
por debajo o encima…
pero nunca aquí.
Y sonrío, pues buscarte es tenerte también.
Y sin querer te descubro al descubrirme alegre
porque sé que te quiero y me quiero al quererte.
Así que el agua que corre cual reloj en mis venas
me recuerda que lates en el río de mi ser,
y si bien no lo logro y me quedo dormida al soñarte,
todo el día te sueño y mi sueño medito,
y mi día completo es tuyo, y mi vida todita es de ti.

Segundo a segundo me refugio en tu búsqueda,
pues buscarte es vivirte y vivirte es tenerte
y tenerte es el fin y el principio
de esta vida que corre hacia el mar de la nada
pues sé bien que la nada es el todo
donde vive tu nombre, donde encuentro el silencio
que me hace saber que es posible, a ratos,
que me quieras también.