jueves, 22 de octubre de 2015

La mejor de las partes





Eres suelo y pilar, paso firme y seguro.
Eres agua de río en un mar hecho sal.
Vivo gracias a ti. Sueño siempre contigo.
Eres tú el color de una buena noticia:
brillo y prismas de lluvia bajo un cálido rayo de sol.
No hay más dudas.
Eres monte de encuentro. Un motivo de gracia.
La sonrisa de Dios y la mano extendida
que me guía al encuentro
de un pedazo de pan remojado en vino.
Sé muy bien que eres medio,
y al ser medio, mi fin,
y al ser fin el principio que sigo,
la plegaria que emito y las gracias que doy.
Eres piel en dolor que acompaña
y lo hace posible.
Un dolor casi seco que quizá logres tú arrancar de raíz.
Y si no, si así tiene que ser, sólo pido
no me niegues la dicha de estar firme a tus pies,
que yo quiero también la mejor de las partes,
la que pocos, poquísimos, son capaces de ver.