domingo, 3 de agosto de 2014

Baila conmigo



Amor, baila conmigo esta danza de fe.
Una fe infinita, melódica y dulce
existente incluso en el llanto callado
de mis ojos vacíos que no logran ver.

Amor, baila conmigo esta danza de fe
y demuéstrame que aún con el miedo en la piel
no hay daño que quepa entre tu aliento frágil
y la dulce cadencia de mi rezo a tu Ser.

Amor, baila, baila, baila conmigo
esta danza de fe.
Dame hoy la esperanza de un latido
que me lleve a nombrarte,
de un suspiro que me diga que vives,
y del constante cantar en mi oído
que me obligue a seguirte,
hipnotizada ya sin remedio,
sin resistencia alguna,
entregada tan sólo al cantar de cantares
que eres y que siempre has sido,
que soy y que siempre seré.

Vamos, amor, baila, baila conmigo esta danza de fe.
Y seamos testigos de la luz escondida en miradas
furtivas que se niegan a abrirse por temor a perderse.
Baila conmigo para que pueda al fin
olvidar los temores ocultos de mi alma
y te encuentre sin miedo en mis ojos que te aman.

Baila, mi bien, conmigo esta danza de fe.
Con los ojos cerrados para vernos las almas,
con los labios abiertos para darnos aliento
y con las manos unidas para evitar caer.

Baila, baila conmigo, baila, mi bien.