A ratos eres imposible
más no por tu aparente ausencia
-siempre estás a mi lado-
ni por lo abstracto que me habla de
ti.
Imposible es hallarte en el tiempo que
escapa,
y segundo a segundo me refugio en tú
búsqueda
y minuto a minuto has quedado detrás, delante,
por debajo o encima…
pero nunca aquí.
Y sonrío, pues buscarte es tenerte
también.
Y sin querer te descubro al descubrirme
alegre
porque sé que te quiero y me quiero al
quererte.
Así que el agua que corre cual reloj en
mis venas
me recuerda que lates en el río de mi
ser,
y si bien no lo logro y me quedo dormida
al soñarte,
todo el día te sueño y mi sueño medito,
y mi día completo es tuyo, y mi vida
todita es de ti.
Segundo a segundo me refugio en tu búsqueda,
pues buscarte es vivirte y vivirte es
tenerte
y tenerte es el fin y el principio
de esta vida que corre hacia el mar de
la nada
pues sé bien que la nada es el todo
donde vive tu nombre, donde encuentro el
silencio
que me hace saber que es posible, a
ratos,
que me quieras también.