sábado, 28 de enero de 2017

Te amo



Mira qué pequeña es mi palabra
cuando digo que te amo.
Qué minúsculas son mis manos
cuando en un gesto dibujado 
acaricio con suspiros 
el rostro desconocido
de tu inmenso ser. 

La añoranza de ti  
es el motor de mis días. 
La visita semanal, mi descanso. 
Y la constancia en pensarte
es mi aire y alimento. 
Pues si no habitaras en mí, 
no cabría nada en mí. 

Tú eres el vacío que llena mis pesares
dando espacio a la posibilidad
de existir fuera de mí,
en este mundo, en esta vida,
que no tiene otro fin que tu existencia
ni podrá nunca tener otra verdad
que la de este minúsculo amor
que soy yo, y que es tuyo. 

Mira qué pequeña es mi palabra
y qué ineficaz.
Nada de lo que hay en mí
-y que es tuyo-
puedo entregarte con decirlo. 
Mas lo digo, 
porque es cárcel no elevar un canto
cuanto la opresión nos quema,
y la llama arde,
y la dicha toda es decir te amo. 
Aunque sea el acto más pequeño
y quizá, el que nada cambia:
te amo.

No hay comentarios: