No es que quiera que te duela,
es que duele, y no sé si lo sabes,
y no sé si te importa.
Sólo sé que este dar no parece bastarte.
Si tan sólo me voltearas a ver
y supieras que existo.
Y me hicieras saber que lo sabes.
Pero hoy no te siento.
No te veo, no te palpo.
No respiro tu aroma.
Hoy me vivo agotada de hablarte.
Sólo quiero callar.
Derribarme en el suelo y callar.
Pero mira,
mi deseo de Ti es más grande
que el vacío que siento.
Y aunque quiero callar, hoy levanto mi voz
para hablarte de nuevo y decirte que te amo.
Que es amor lo que existe, lo que me hace seguir.
Que este amor lleva escrito Tu nombre
y es por él que yo soy la que soy.
Visto así, con sentido o sin él,
pronunciarlo es alivio.
Escribirlo es pasión.
Y vivirlo es la vida que buscaba tener.
Y al tenerla, te tengo,
pues soy yo quien elige
escuchar el llamado de tu mudo silencio.
Convertir esta brisa en consciencia de Ti.
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