domingo, 14 de septiembre de 2014

Conciencia de Ti



No es que quiera que te duela,
es que duele, y no sé si lo sabes,
y no sé si te importa.
Sólo sé que este dar no parece bastarte.  
Si tan sólo me voltearas a ver
y supieras que existo.
Y me hicieras saber que lo sabes.
Pero hoy no te siento.
No te veo, no te palpo.
No respiro tu aroma.
Hoy me vivo agotada de hablarte.
Sólo quiero callar.
Derribarme en el suelo y callar.

Pero mira,
mi deseo de Ti es más grande
que el vacío que siento.
Y aunque quiero callar, hoy levanto mi voz
para hablarte de nuevo y decirte que te amo.
Que es amor lo que existe, lo que me hace seguir.
Que este amor lleva escrito Tu nombre
y es por él que yo soy la que soy.

Visto así, con sentido o sin él,
pronunciarlo es alivio.
Escribirlo es pasión.
Y vivirlo es la vida que buscaba tener.
Y al tenerla, te tengo,
pues soy yo quien elige
escuchar el llamado de tu mudo silencio.
Convertir esta brisa en consciencia de Ti.

domingo, 3 de agosto de 2014

Baila conmigo



Amor, baila conmigo esta danza de fe.
Una fe infinita, melódica y dulce
existente incluso en el llanto callado
de mis ojos vacíos que no logran ver.

Amor, baila conmigo esta danza de fe
y demuéstrame que aún con el miedo en la piel
no hay daño que quepa entre tu aliento frágil
y la dulce cadencia de mi rezo a tu Ser.

Amor, baila, baila, baila conmigo
esta danza de fe.
Dame hoy la esperanza de un latido
que me lleve a nombrarte,
de un suspiro que me diga que vives,
y del constante cantar en mi oído
que me obligue a seguirte,
hipnotizada ya sin remedio,
sin resistencia alguna,
entregada tan sólo al cantar de cantares
que eres y que siempre has sido,
que soy y que siempre seré.

Vamos, amor, baila, baila conmigo esta danza de fe.
Y seamos testigos de la luz escondida en miradas
furtivas que se niegan a abrirse por temor a perderse.
Baila conmigo para que pueda al fin
olvidar los temores ocultos de mi alma
y te encuentre sin miedo en mis ojos que te aman.

Baila, mi bien, conmigo esta danza de fe.
Con los ojos cerrados para vernos las almas,
con los labios abiertos para darnos aliento
y con las manos unidas para evitar caer.

Baila, baila conmigo, baila, mi bien.
  

martes, 17 de junio de 2014

El silencio ha vuelto



El silencio ha vuelto.
Llegó como suelen llegar
las mañanas nubladas de llovizna apagada e incómoda.
Es un llanto que no logra llorar,
ni logra esconder la tristeza dormida
sobre la acera húmeda de pasos malogrados
que han dejado su huella.
El silencio llegó y no existe quejido que pueda alejarlo.
Es sombra que se esconde
bajo la piel morena de tanto andar
expuesta a rayos de escrutinio.
El silencio se instala.
Me mira y me sonríe con esa mueca hueca
con que suele imponerse.
Sé que debo gritar. Que es hora de gritar.
Y busco entre escombros una roca,
un pedazo de suelo donde apoyar mi voz.
Nada.
El silencio ha vuelto.
Y tendrá que llover toda la mañana.
Y quizá todo el día.
Y tendré que empaparme de nuevo
de la ausencia que dejas.
Y tendré que confiar que allá,
tras las nubes, te encuentras.
Y que piensas en mí.
Y me amas.
El silencio adivina lo que imagino piensas.
Y por primera vez, en lugar de aventarme
escaleras abajo,
se acomoda a mi lado.
En silencio los dos vemos gotas caer.
En silencio me toma la mano
y después de un minúsculo instante
me susurra al oído: yo le extraño también.

viernes, 2 de mayo de 2014

Extraño



Extraño sol de ayer.
Extraña vida.
Extraña certidumbre
de que estás a mi lado.
Extraña yo sin ti.
Extraño peso al aire
sin donde sostenerse.
Extraño tu presencia,
tu oído atento,
tus ojos transparentes
que nunca pude ver
sin emitir suspiro.
Que nunca pude ver
sin sostener mi alma.
Y aquí la tengo aún,
sedienta de esa agua
que sólo tú le das.
Extraño mi sentir
pues no te siento cerca.
Te has ido y te has robado
la paz de mis mañanas.
Extraño sol el de hoy.
Extraña vida.
Extraña yo sin mí, sin ti,
sin todo lo que fuimos,
sin forma de saber
cómo crear memorias.
Porque perderte ha sido
volverte a encontrar.
Extraño. Tan extraño.
Te extraño, extraño mío.

jueves, 23 de enero de 2014

Eres poema

Eres poema
y lates cual pulso oprimido,
cual pasión escondida,
cual tímida disculpa
que no encuentra la forma
de salir, correr, ocultarse,
y titubeante busca tu palabra,
pues todo lo que eres
es todo lo que quiere,
y estar lejos del verso que da vida
es dejar de existir,
es desdicha.

Eres vocablo impronunciable
y cabes en una sola sílaba,
susurro sin fin de cuatro letras,
rosario entre manos temblorosas,
gotas de cristal que rompen
el espacio para traer la dicha hecha agua,
y ser bendición entre mis labios.

Eres canto de espera,
promesa imposible de asumir
pues no hay razón que te contenga
ni hay un soplo que te brinde más vida
que la vida que fluye por tus venas de hombre,
de mágico ser encarnecido,
de cuerpo mortal ya transgredido,
de hijo, hermano y padre,
de un amigo.

Eres pausa, silencio,
el suspiro que llena mis vacíos.
Mano abierta que no logro abrazar
por más que lanzo designios a los cielos,
por más que busco los pasos asertivos,
por más que giro ruletas de esperanza.
Me quedo quieta al fin, cansada,
y llegas siempre a acariciar mi vista
con el retrato de un sol naranja
y la promesa de que habrá un mañana,
un nuevo fin, un viejo sueño renacido,
una mirada. 


Eres mi todo.
Resumen de estos mis esfuerzos,
mis logros que son pocos,
mi vida que ya es nada.

Eres poema
y te pronuncio con voz trémula y cortada,
consciente de todo lo que falta,
de lo que yo no soy,
y de esta voz ahogada
que espera resurgir en tu presencia,
y se aferra a ser tuya,
pues ser tuya es todo lo que hay
en esta alma.