jueves, 14 de marzo de 2019

Buscar la fidelidad y el sentido


“Nehemías […] es un hombre que tiene su porvenir asegurado, sin embargo, va a dejar todo para el servicio de Dios. Su vocación se apoya en una comprensión de la historia que sólo viene del creyente: Israel no debe echarle a otro la culpa por su situación difícil. Sus propios pecados son la causa de su desgracia. Y, por tanto, no debe esperar su restauración nacional de la benevolencia de los países más poderosos, sino de su propia conversión.” Comentario al primer capítulo de Nehemías de la Biblia Latinoamericana (2005).

Tener la responsabilidad de nosotros mismos no significa tener el control de nuestra vida. Creo, que es precisamente esta confusión lo que ha provocado que pensemos que podemos tomar nuestra vida por las riendas y que todo lo que nos sucede es consecuencia directa de nuestras acciones, nuestro pensar “positivo” o “negativo”, y nuestra voluntad y buenas intenciones.

Cuando Dios nos pide amarlo con toda nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma, no garantiza “felicidad” sino fidelidad. Son cosas diferentes e implican objetivos distintos. La felicidad es un cúmulo de momentos con un tono alegre y cielos claros, la fidelidad es estar ahí “siempre”, pase lo que pase, seas como seas, con lluvia, frío, obscuridad o un sol radiante que quema. La fidelidad de Dios es eterna y total. De modo que, si has de buscar algo, busca la fidelidad a Dios. ¿Cómo? Date la oportunidad de experimentar la fidelidad de Dios en tu vida.

Jordan Peterson, psicólogo clínico autor del libro, “12 Reglas para la Vida” decir: Vivir no es buscar la felicidad. La felicidad es un sentimiento entre muchos otros, y no estamos hechos para experimentar sólo felicidad o infelicidad. Nuestra obligación moral es buscar una vida con sentido. Podemos elegir no buscar más que la felicidad, sin embargo, al negarnos experimentar sentimientos como el dolor y el sufrimiento, lo que realmente hacemos es cerrarnos a la experiencia profunda del amor y la entrega. Amar y entregarnos a alguien de manera profunda implica arriesgarnos a ser lastimados, a perder al ser amado o a ser rechazados. Esforzarnos en la búsqueda de un fin puede llevarnos al fracaso, a darnos cuenta de errores, a tener que modificar nuestro ser, todo eso son aspectos dolorosos de la vida. Por eso, darnos la oportunidad de experimentar emociones profundas enriquece tanto nuestro ser como la formación de nuestro carácter y espíritu.

De modo que permitirnos, y más aún, buscar experimentar el amplio espectro de las emociones humanas es esencial y necesario. Quien sólo busca la felicidad puede terminar con una vida superficial y sin sentido. La gratificación momentánea que suele acompañar a mucho de lo que identificamos con felicidad es el camino fácil que debemos evitar siempre que podamos.

En una frase, para Jordan Peterson “la felicidad es un lujo, pero la búsqueda de sentido es una obligación moral”.

Asumir esa obligación es nuestra responsabilidad. Ignorarla también puede ser nuestra decisión. Lamentablemente, vivimos en un mundo enfocado en definir la felicidad a partir de factores como el éxito, la posición económica y social, la fama y/o popularidad, el poder y la obtención de cosas y lujos. Por eso es que para Peterson, la felicidad se ha convertido en un objetivo que se busca egoístamente y que nada tiene que ver con el crecimiento personal, las interacciones humanas profundas, y la activa determinación de reducir el sufrimiento y buscar el bien común.

Todo esto que les digo lo he escuchado de Peterson en diferentes momentos, pero existe una recopilación de sus palabras en torno a este tema en un video cuyo link les comparto. Está en inglés y cómo quisiera que todos pudieran comprenderlo. Yo he parafraseado mucho de lo dicho y tristemente no tengo el tiempo de traducirlo por ahora. Si buscan en los subtítulos (parte inferior de la pantalla) se logran cambiar a español en traducción simultánea. No siempre es muy buena, pero te da la idea general de lo dicho. Si les interesa, aquí lo tienen:  

Peterson, Jordan. (2018, Feb.3). Don’t Strive for Happiness. We Plants are Happy Plants. Tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=tdu6iN0CM3s

Gracias Dios mío por todo lo que me das, el sol y la lluvia, las tormentas, los días nublados y los extremos de calor y frío que he experimentado a lo largo de mi vida. Gracias por darme el valor de buscar lo más significativo, aún cuando no siempre he sido muy buena para hacerlo y he perdido de vista lo importante en demasiadas ocasiones.

Gracias por obligarme a abrir los ojos y asumir lo que tengo que asumir. Gracias por darme el valor de decir lo que debo decir, y perdóname las muchas ocasiones en que no he vivido de acuerdo a tu Verdad última ni he sido capaz de confesar mis errores. Cuídame de caer en la tentación de tener la verdad de mi lado. Esa es sólo tuya y es mi obligación buscarla, no aferrarme a ella.

Gracias por acompañarme a vivir el sufrimiento y por la sensibilidad que tu acompañamiento y comprensión me han brindado. Permíteme trascender todo el dolor, no ignorarlo, negarlo ni superarlo. Ya no busco ser otra persona, sino exactamente la que soy, con todo lo bueno y malo que eso implica y con todo tu amor a mi lado y tu voz guiándome hacia una vida más plena, en la que la felicidad sea sólo un matiz en la enorme gama de colores con que has decidido iluminar mi vida.

Te amo.

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