Leer
la oración de hoy me hizo ver hacia atrás y comprender que ya no me duele
tanto. Ser rechazada y minimizada, incluso culpada por ser quien soy, siempre
va a doler, pero ya no duele tanto. Puedo sentir a Jesús a mi lado y mientras leo, casi lo
escucho decir: “Oila”. Los dos nos reímos.
Leer fue como ver un video de cuando eras más pequeña y te caíste, raspaste y lloraste como si el corazón verdaderamente fuera a salirse a través de ese raspón. Pareciera que el mundo entero se derrumbó contigo. No quiero decir que no fue para tanto. En su momento, bajo las circunstancias, y dado los hechos, el dolor era real y absoluto. ¿Qué ayuda a disminuirlo? La presencia de nuestro Papá que corre a ayudarnos y abrazarnos fuerte, fuerte, para que tengamos deseo de volverlo a intentar después.
Papá Dios me abrazó, mi hermano mayor, Jesús, alivió mis heridas, y el Espíritu del amor de ambos, me tomó de la mano, me ayudó a levantarme, y hoy me acompañan de cerca. Me volveré a caer, eso es seguro, pero Papá está aquí, Jesús está aquí, y el Amor de ambos está aquí, en este corazón que hoy te entrego en una oración que quizá de ayude a sentir sus manos en tu vida también.
Leer fue como ver un video de cuando eras más pequeña y te caíste, raspaste y lloraste como si el corazón verdaderamente fuera a salirse a través de ese raspón. Pareciera que el mundo entero se derrumbó contigo. No quiero decir que no fue para tanto. En su momento, bajo las circunstancias, y dado los hechos, el dolor era real y absoluto. ¿Qué ayuda a disminuirlo? La presencia de nuestro Papá que corre a ayudarnos y abrazarnos fuerte, fuerte, para que tengamos deseo de volverlo a intentar después.
Papá Dios me abrazó, mi hermano mayor, Jesús, alivió mis heridas, y el Espíritu del amor de ambos, me tomó de la mano, me ayudó a levantarme, y hoy me acompañan de cerca. Me volveré a caer, eso es seguro, pero Papá está aquí, Jesús está aquí, y el Amor de ambos está aquí, en este corazón que hoy te entrego en una oración que quizá de ayude a sentir sus manos en tu vida también.
“José
respondió: 'No soy yo, sino Dios quien te dará una respuesta acertada.’” Gen
41, 16
Mi
Bien, por favor dame una respuesta acertada. Dame la habilidad de escucharte y
reconocerte en los hechos de mi vida y permíteme interpretar con tus ojos los
sucesos y las acciones de quiénes me rodean, de modo que mi juicio sea compasivo
pero firme, hacia ellos y hacia mí. Sé que todos hacemos lo mejor que podemos,
pero sinceramente creo que hay quienes abusan cuando nos dicen que somos los
únicos responsables de nuestro pensar y sentir, como si sus actos no tuvieran
efecto en nosotros. Sólo piensan en lo que merecen y lo que les importa y no en
lo que merecemos y nos importa a todos.
Por
eso, José se quedó otros dos años en la cárcel: el hombre al que ayudó
“simplemente olvidó” lo que hizo por él. Por favor, ayúdame a no resentir a quienes
simplemente me olvidaron y hoy se glorían de su buena fortuna y su gran
capacidad, muy superior a la mía (las cosas funcionan mejor que cuando tú estabas,
me dijo). No son capaces de reconocer el papel que tuve para llegar a donde están. Duele ser ignorada y
minimizada de ese modo. Mírame Tú y enséñame a verlos y verme con tus ojos, de
modo que pueda comprender su inconsciencia desde su humanidad, y superar mi
dolor desde tu acompañamiento.
Permíteme reconocer al fin que lo evidente no es la verdad. La verdad está en esta relación que Tú y yo tenemos y por la que soy bendita. Una relación que ellos también tienen contigo y por la que son benditos. Danos a todos la posibilidad de encontrarte en nuestras imposibilidades. Y danos la capacidad de darnos cuenta, de modo que algún día seamos capaces de encontrarte en las imposibilidades de otros. Amén. Te amo.
Permíteme reconocer al fin que lo evidente no es la verdad. La verdad está en esta relación que Tú y yo tenemos y por la que soy bendita. Una relación que ellos también tienen contigo y por la que son benditos. Danos a todos la posibilidad de encontrarte en nuestras imposibilidades. Y danos la capacidad de darnos cuenta, de modo que algún día seamos capaces de encontrarte en las imposibilidades de otros. Amén. Te amo.
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